Page 8 - Libro Virtual

DUA. Representación

Pero apenas había pronunciado esas palabras, cuando un relámpago formidable
iluminó la estancia sombría, y el retumbar del trueno levantó a todos, menos a la
señora Umney, que se desmayó.
Cuando el ama de llaves volvió en sí, con voz nerviosa y solemne advirtió a la señora
Otis que debía esperarse algún disgusto en la casa.
—Señores, he visto con mis propios ojos algunas cosas… que pondrían los pelos de
punta a cualquier cristiano.
Y durante noches y noches no he podido pegar los ojos a causa de los hechos
Durante la lectura terribles que pasaban.

• ¿Qué aspecto tenía el A pesar de lo cual, el señor Otis y su esposa aseguraron a la buena mujer que no
fantasma? tenían miedo ninguno de los fantasmas.
• ¿Cómo te sentirías tú Al día siguiente, por la mañana, cuando bajaron a almorzar, encontraron de nuevo la
si fueras el fantasma terrible mancha.
y te encontraras con —No creo que tenga la culpa el “limpiador sin rival” —dijo Washington—, pues lo he
la familia Otis? ensayado sobre toda clase de manchas. Debe ser el fantasma.
En consecuencia, borró la mancha, después de frotarla un poco. Al otro día, por la
mañana, había reaparecido.
Sin prestar mayor atención al asunto,la familia salió de paseo y cuando regresó,
comieron una ligera cena.
En la conversación no se trató para nada de lo sobrenatural, no se hizo ni la menor
alusión indirecta a Simón de Canterville. A las once, la familia se retiró. Poco después,
el señor Otis se despertó con un ruido singular en el corredor, fuera de su habitación.
Parecía un ruido de hierros viejos, y se acercaba cada vez más. Se levantó en el acto,

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